La Campaña Financiera 2024 de Ciudad de los Niños de Monterrey, A.B.P. concluyó con éxito tras siete semanas de intensa colaboración y compromiso por parte de 244 voluntarios. Este esfuerzo, que se realiza cada dos años, tiene como objetivo principal recaudar fondos para el programa de becas, garantizando una educación de calidad e integral para niñas, niños y sus familias.
Un modelo de sostenibilidad a largo plazo
La campaña se centró en la captación de donativos recurrentes, esenciales para asegurar la permanencia de la institución a largo plazo. Con este enfoque, se busca mantener el compromiso continuo de los benefactores y consolidar una base financiera estable para el futuro de los beneficiarios.
Trabajo en equipo y competición sana
Durante las siete semanas, los voluntarios participaron en una sana competencia liderada por equipos, cada uno con un líder encargado de motivar a sus integrantes y alcanzar las metas propuestas. El esfuerzo conjunto fue coordinado por el Presidente del Comité de Campaña Financiera, Manuel Gómez-Pimienta, y el Vicepresidente, Edmundo Garza, quienes destacaron la importancia de la colaboración y el compromiso comunitario.
Eventos semanales para inspirar y motivar
Cada semana, se llevaron a cabo eventos que combinaban inspiración y actualizaciones del progreso de la campaña. Estos eventos incluían un desayuno, una conferencia de 20 minutos, un testimonio emotivo y la presentación de avances de los equipos y promotores. Estos encuentros no solo fortalecieron el espíritu de comunidad, sino que también reafirmaron el impacto positivo de la educación en la vida de los beneficiarios.
Resultados finales y clausura
En la ceremonia de clausura, se reveló el monto final recaudado, que refleja el esfuerzo y la generosidad de todos los involucrados. Este resultado reafirma el compromiso de la comunidad con el slogan de la Campaña Financiera: Impulsa un sueño, cambia una vida.
La Campaña Financiera 2024 fue un recordatorio del poder del trabajo conjunto y del impacto que la solidaridad puede tener en el desarrollo de las futuras generaciones. Gracias a los voluntarios, benefactores y organizadores, el sueño de una educación de calidad para las familias en situación socioeconómica vulnerable sigue siendo una realidad tangible.